El Convento Grande

ConventoGrande_Loeches

La historia del municipio está ligada al Conde-Duque de Olivares, impulsor del espléndido "Convento Grande" (Monasterio de Inmaculada Concepción, s. XVII) que alberga el panteón familiar de sus descendientes, actual Casa de Alba.

Cuenta la leyenda que un día el Conde Duque, paseando junto a su esposa, Doña Inés de Zúñiga, pasó cerca del Convento de Carmelitas y quiso entrar a visitarlo, la Madre Superiora se negó a esta petición, pues la clausura así lo impedía, y el Conde Duque, personaje descrito como soberbio y orgullo entró en cólera, dirigiéndose a la clériga en los siguientes términos: "Os aseguro reverenda, que dentro de pocos años se levantará un edificio delante de éste que será vuestro asombre y lo envolverá en la más grande oscuridad" (aunque yo no me imagino a los Olivares de turisteo)

De estilo Barroco construido en granito es obra de Alfonso Carbonell, arquitecto del Palacio del Buen Retiro de Madrid.


En el término municipal de Loeches se han encontrado vestigios que muestran la presencia humana desde épocas antiguas. La población vivió bajo dominación musulmana, fue conquistada por los cristianos pero volvió a poder islámico por lo que tuvo que ser reconquistada en el siglo XII. Posteriormente la localidad cambió de propietarios y jurisdicciones. Uno de los personajes más ilustres en la historia de Loeches fue el conde duque de Olivares.

Además de su patrimonio artístico, Loeches es conocido por sus aguas medicinales y por su gastronomía típicamente manchega, como son las migas del pastor o las gachas.


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