Puerta Cerrada

Puerta Cerrada

Puerta Cerrada es una plaza del Madrid medieval.
La plaza toma su nombre de la antigua puerta construida aquí en el siglo XII perteneciente a la muralla cristiana de Madrid.

La puerta se llamó así porque permaneció clausurada durante largo tiempo por utilizarla los ladrones y bandidos que aprovechando sus revueltas "escondíanse allí y robaban y capeaban a los que entraban y salían por ella, sucediendo muchas desgracias con ocasión de un peligroso paso que había a la salida de ella en una puentecilla para pasar la cava que era muy honda" según cuenta Jerónimo de Quintana.

También Mesonero Romanos abunda en esto, diciendo que tal puerta "primero fue recta y angosta; más tarde tuvo dos revueltas, de suerte que ni los que salían podían ver a los que entraban, ni éstos a los de afuera".


Interpretando los restos arqueológicos encontrados, su ubicación exacta debería estar más al oeste del emplazamiento del hito marcado por la Cruz que hay en la plaza; un poco más hacia el Nuncio, la Cava Baja y Cuchilleros. 
En 1569 fue derribada para construir otra de mayor paso pero unos años después fue destruida definitivamente por un incendio, sin embargo el nombre se ha conservado desde entonces.

La "Puerta" conservó sin embargo la denominación "Cerrada", de ahí el uso irónico que de puerta y nombre hicieron autores como Francisco de Quevedo, Lope de Vega o Agustín Moreto.

La gran cruz de piedra que preside el centro de la plaza es un elemento decorativo levantado en 1783, que vino a sustituir a otra que se cree que se construyó poco después de derribarse la Puerta Cerrada.

Fuentes: Madrid Medieval, recorridos didácticos por Madrid. Ediciones La Librería, 1989. y Wikipedia

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